El actual campeón perdió 3 a 2 con Eslovaquia en un partido tremendo e histórico y se quedó afuera en la primera ronda. El mundo del fútbol es testigo del primer gran batacazo de Sudáfrica 2010. El débil seleccionado europeo se clasificó a los octavos de final. Esta no la tenía nadie.
Eslovaquia jugó mejor en los primeros minutos, presionó en la mitad de la cancha y dominó la pelota. Así, las primeras llegadas fueron para el equipo de Vladimir Weiss: a los 5 minutos, Hamsik definió de volea dentro del área, pero su remate fue pifiado y a los 14’ nuevamente Hamsik probó desde lejos, pero su disparo salió desviado.
A los 18’ recién se produjo la primera aproximación de los ‘azzurros’, que pese a sus intentos, no encontraba los caminos para inquietar al arquero Mucha. Entonces, Iaquinta probó con un remate desde lejos, la pelota picó antes de llegar al arco, pero finalmente fue controlada por el guardavallas eslovaco.
Hasta que a los 25 minutos, Eslovaquia dio el gran golpe: De Rossi perdió el balón cerca de su área, Kucka la recuperó y tocó para Vittek, quien definió cruzado, junto al palo izquierdo, para batir al joven Marchetti y provocar el estupor en el banco del último campeón mundial.
Si antes del gol no tenía demasiadas ideas, después de la conquista el equipo italiano fue un concierto de desaciertos y nerviosismo.
A los 33 minutos, otra vez estuvo muy cerca de convertir Eslovaquia, con un remate de Straba que desvió con espectacular volada Marchetti al córner.
Tan pobre fue la producción del conjunto conducido por Marcelo Lippi que su jugada más peligrosa fue un cabezazo en contra de Skrtel, a los 40 minutos, después de un centro de Iaquinta, que se fue apenas por arriba del travesaño.
Antes de irse a los vestuarios, Kuzcka volvió a complicar con un remate desde fuera del área que salió junto al palo izquierdo, en otra clara chance para aumentar la ventaja.
En el complemento, Eslovaquia se replegó y apostó a acertar en un contragolpe, mientras que los italianos, con todas las obligaciones y la presión a cuestas, fue en búsqueda de la igualdad.
A los 10 minutos, Di Natale recibió una gran asistencia dentro del área y, ante la salida del arquero, se apuró para definir y remató pifiado al saque de arco.
Sin ideas y con desesperación, Italia avanzaba y quedaba expuesto en su defensa. Cannavaro salvó en varias ocasiones a su equipo y a sus compañeros del fondo, que en más de una jugada quedaron mal parados ante los avances de su rival.
A los 17’ Di Natale volvió a probar con un derechazo desde 25 metros, ya que a su equipo le costaba ingresar con peligro al área eslovaca, pero Mucha siempre se mostró atento y controló el balón.
A los 21’ el arquero cortó un centro en el área chica, el rebote lo tomó Quagliarella y su violento disparo, con destino de gol, fue rechazado sobre la línea por Skrtel, en la más clara situación de todo el encuentro que dispuso el último campeón mundial.
A los 23’ respondió con un perfecto contragolpe Eslovaquia: Stoch encaró desde la mitad de la cancha, encaró a su defensor y definió con un derechazo que se fue junto al palo izquierdo. Cualquier cosa podía pasar: el empate ‘azzurro’ o el 2-0 eslovaco.
Y fue 2-0 porque a los 28 minutos, Vittek anticipó a Chiellini dentro del área chica y toca ante el arquero para aumentar la ventaja y, a esa altura, sellar su clasificación a los octavos de final y la sorpresiva eliminación del último campeón del mundo.
Si algo le faltaba al encuentro era un final para el infarto. A los 35 minutos, Quagliarella y Iaquinta armaron una gran jugada en pared, Iaquinta remató ante el arquero Mucha, quien volvió a rechazar, pero el rebote le quedó servido a Di Natale para poner el 2-1.
A los 40’ Di Natale envió un centro y Quagliarella tocó al gol, pero el juez de línea lo anuló acertadamente por ‘off side’. Final de ciencia ficción para el encuentro. Final de terror para los italianos.
A los 43’ el recién ingresado Kopunek aumentó nuevamente la ventaja y puso el 3-1, pero inmediatamente Di Natale, en tiempo de descuento, marcó el 3-2. La última jugada fue un córner a favor de los italianos, el rebote le quedó servido a Pepe, pero su definición fue desviada y así se despidió Italia del Mundial.
Sorpresa en Johannesburgo: el último campeón se fue en primera ronda, sin triunfos en el Grupo F –dos empates y una derrota- y se convirtió en el gran fracaso de Sudáfrica 2010.
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