Al olvidar instalar una clave en el servidor señuelo, la policía hizo posible para cualquier interesado observar las informaciones recabadas sobre los intentos de intrusión.
Uno de los hackers "vulneró" el sistema; es decir, ingresó a este sin mayor inconveniente, obteniendo así libre acceso a la información de inteligencia, direcciones IP y otros datos sin duda interesantes para quienes operan al margen de la ley.
La policía desmintió categóricamente que información estrictamente policial o evidencias hayan quedado expuestas ante los intrusos, precisando que se trataba de información que de todas formas habría estado disponible para un hacker.
"Casi muero de la risa"
Uno de los hackers tuvo incluso el atrevimiento de dejar evidencias de haber estado en el servidor de la policía. Ante la publicación australiana The Age, declaró que "reí a carcajadas cuando vi que la policía había dejado abierto el campo de contraseña en MySQL".
Fuente: The Age
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