Con toda seguridad, el pez martillo es el más extraño de todos los tiburones. La cabeza de este curioso animal se parece a un gigantesco martillo, que alcanza casi un metro de longitud y guarnecido en ambos extremos con un ojo negro, feroz, diabólico. Tiene la cola asimétrica con el lóbulo superior más largo (como los demás tiburones) lo que le permite nadar automáticamente hacia abajo, siguiendo una dirección oblicua. Pero una de las principales características que diferencian al pez martillo de los otros escualos es su monstruosa cabeza. Rápido y armado con dientes acerados, este horrible carnicero ataca a todo lo que se mueve en el agua o en su superficie, pero parece mostrar clara preferencia por las rayas, de las que hace extraordinario consumo. A veces ataca al hombre, y más de un temerario nadador ha conocido, por desgracia, una muerte espantosa. De color gris uniforme, alcanza de cuatro a cinco metros de longitud y pesa aproximadamente 750 u 800 kilos. La característica más sobresaliente del pez martillo es la tenacidad. Una vez que elige una presa, ya no la abandona de ninguna manera hasta conseguir la muerte de la víctima… o la suya; a veces perece en el intento.
Como los tiburones, el pez martillo pertenece a la clase de los peces cartilaginosos, en la que están incluidas las rayas y las quimeras.
Como los tiburones, el pez martillo pertenece a la clase de los peces cartilaginosos, en la que están incluidas las rayas y las quimeras.
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